Argentina contó la violencia machista

Casi 60 mil mujeres y mujeres trans de todo el país respondieron la primera encuesta para contar la violencia machista. El 97 por ciento sufrió alguna vez acoso en espacios públicos y privados y el 79 tuvo miedo de ser atacada alguna vez sólo por ser mujer. También contestaron mujeres de Tierra del Fuego, aquí los resultados.

Perspectiva de Género 28/11/2016 Natalia Caso. Lic. en Com. Social Natalia Caso. Lic. en Com. Social
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Argentina cuenta la violencia machista Resultados para Tierra del Fuego

En la encuesta se midieron 15 dimensiones diferentes de violencia contra las mujeres, ninguna de ellas se ubicó por debajo del 47% de incidencia de, por lo menos, una situación experimentada. El cuestionario  estuvo disponible durante 3 meses de manera online pero también participaron mujeres sin conectividad, a través de asociaciones civiles, y privadas de su libertad.

Se realizó bajo la premisa de que el femicidio, es la expresión más visible y fatal de muchas de estas otras formas de violencia más sutiles, con las que niñas y mujeres conviven diariamente. Que resultan tan cotidianas que muchas veces no son percibidas como violencia por las mismas mujeres, o son naturalizadas como algo “habitual” o “normal” en las relaciones de pareja, en los noviazgos o en el trato con varones en distintos ámbitos.

El valor más alto que se registró fue en el acoso en espacios públicos y privados, el 97% de las mujeres que respondieron experimentó al menos una vez alguna de estas situaciones. En Tierra del Fuego asciende al 99% las mujeres que contestaron sufrieron acoso en espacios públicos o privados, pero sólo el 4,4% hizo la denuncia policial.

También midieron el miedo que sienten las mujeres en diferentes contextos, 63,2% tuvo más de cinco veces en su vida miedo de ser violada, el 68,7%, en más de cinco ocasiones, tuvo miedo de ser atacada físicamente por su condición de mujer. Y concretamente el 74,8% respondió que se sintió amenazada por un desconocido por tu condición de mujer.

El 86% de las mujeres y mujeres trans entrevistadas sufrieron al menos una situación de maltrato ambiental en pareja, Tierra del Fuego fue una de las provincias con el índice más alto. El maltrato ambiental se refiere hechos como golpear una pared, un mueble, una puerta durante una discusión; generar conflicto cuando la mujer estaba por hacer algo que consideraba importante, acosar telefónicamente, entre otros.

El 76% de las mujeres y mujeres trans vivió al menos una situación de amenazas e intimidaciones en pareja, el 95% sufrieron al menos una situación de aislamiento en pareja, esto incluye cuestionamiento al modo de vestir, amistades, actividades, celos, revisar celulares y redes sociales, etc. En Tierra del Fuego, se registra uno de los mayores índices con el 98%. En cuanto a la discriminación por ser mujer, el 84% de las que fueron entrevistadas sufrieron al menos una situación de discriminación.

La provincia también obtuvo la mayor incidencia en cuanto a violencia obstétrica siendo del 97 por ciento mientras que a nivel nacional es del 77.

Según las conclusiones del Primer Índice de Violencia Machista, a la extensión del problema se agrega la multiplicación y repitencia de las experiencias. Las situaciones de violencia con mayor incidencia se caracterizan, además, por haber sido vividas en más de 5 oportunidades, lo que implica que no se trata de casos aislados y ocasionales.

 Esta encuesta entiende a “La violencia contra las mujeres como todo acto que atenta contra su dignidad, que las vulnera y lastima, que es cometido por hombres, como resultado de la discriminación hacia ellas. Es un asunto de género, porque es desde esta visión que podemos entenderlo como fenómeno colectivo, que se encuentra arraigado en la cultura y que por lo tanto es reproducido por las instituciones sociales (escuela, iglesia, estado, etc.) así como por los hombres y las mujeres.” Y afirma que “para prevenir los femicidios y las formas más extremas de violencia machista es imprescindible trabajar en la transformación de esta cultura que naturaliza la discriminación, la estigmatización y la subordinación de las mujeres”.